martes, 11 de diciembre de 2012

La cosa toma un cariz un tanto pesimista.

Ya vuelvo a recaer, se me vuelve a ir la olla pensando, qué rollo.
Ahora resulta que estoy preocupada, ya no me dice las cosas que me decía al principio, de hecho, cuando le conocí, eran unas conversaciones maravillosas, no sé, me decía cosas muy bonitas, estaba súper ilusionado cada vez que hablaba conmigo...
Y ahora, pues nada, es como si lleváramos tanto tiempo juntos que se hubiera aburrido de mí, ya hablamos poco, no me dice nada bonito... Es más rollo amigos, y yo no quiero eso, hecho en falta algún "guapa" o "bonita" de vez en cuando...
De hecho pienso si me sigue gustando, a veces dudo, pero siempre llego a la conclusión de que sí, quizás porque yo quiero seguir conservando la magia, quizás porque no quiero perderlo, quizás porque me acuerdo de las cosas que me decía, quizás porque albergo la esperanza de estar algún día con él...
Afúf, esto es un coñazo.
También me da como miedo pillarme demasiado, porque luego me podría llevar una hostia, y la verdad, no lo creo (por la última conversación seria que tuvimos), pero puede pasar, de hecho me preocupo porque no me gusta ningún tío más.
¿Es posible que me guste sin haberlo visto en persona? ¿Por qué no me gusta ningún tío más (a ver, puedo juzgar si un chico está más o menos bien, pero estoy hablando de gustar, de gustar como persona)?
Lo quiero a él, y si no es a él, no sé, a nadie, no quiero no ser correspondida, me daría un mal...
Es la primera persona que me gusta por cómo es sin haberme fijado antes en el físico. La primera. No concibo un futuro en el que él no esté presente. Porque no. No me sale de las tetas.
Y es así, no me gusta decir estas cosas, porque yo antes no era así, no era tan pedante ni tan moñas, pero el problema es que es la última persona en la que pienso antes de dormir y la primera al levantarme...
Joder...

No hay comentarios:

Publicar un comentario